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jueves, 20 de octubre de 2016

'Jueces sin rostro': el debate en México tras el asesinato del juez Bermúdez

'Jueces sin rostro': el debate en México tras el asesinato del juez Bermúdez

era temprano. El juez Vicente Bermúdez hacía jogging cerca de su casa. Un hombre que corría detrás aceleró el paso, le colocó una pistola en la nuca y, en un segundo, disparó. El asesinato del magistrado, ocurrido el lunes, abrió en México el debate sobre crear "jueces sin rostro".
Aún no se sabe qué fue lo que motivó el ataque contra Bermúdez, de 37 años. Pero el hecho de que pudiera haber sido algo relacionado con su trabajo puso sobre la mesa la idea de ocultar la identidad de los jueces en procesos delicados.
"Es un mecanismo que tiene que evaluarse. Efectivamente, a los jueces se les tienen que brindar todo tipo de seguridades para que ejerzan con imparcialidad su labor", dijo el Defensor del Pueblo Luis Raúl González, encargado del organismo público de protección a los derechos humanos.
Como juez de distrito en materia de amparo y juicios civiles federales, a Bermúdez le había tocado resolver asuntos relacionados con el narcotráfico, como aprobar o no el traslado de líderes criminales de un penal a otro.
La cadena Televisa informó de que también se maneja una hipótesis vinculada con irregularidades administrativas en su propio juzgado, que tendrían por protagonistas a una funcionaria y un chófer.
La figura de los "jueces sin rostro" proviene de países como Italia, Colombia y Perú, que en ciertos momentos decidieron ocultar la identidad de sus juzgadores en procesos contra las mafias o el terrorismo.
Pero miembros del propio Poder Judicial mexicano han rechazado la idea. Consideran que va en sentido contrario del principio de transparencia que, precisamente, se buscó impulsar con la reciente institución del Nuevo Sistema de Justicia Penal en México.
"Creo que choca un poco con la transparencia que se busca, realmente habría que hacer un análisis", dijo la presidenta del Tribunal de Justicia del estado de Querétaro, Consuelo Rosillo, a periodistas locales.
"Una queja reiterada de los justiciados ha sido que 'no conocía a mi juez', 'no supe quién me dictó la sentencia', 'nunca tuve una entrevista con mi juez'. Entonces hay que ponderar los derechos".
Colombia instituyó los "jueces sin rostro" con el Decreto 2790 en 1990 para proteger a los magistrados en la época más feroz de la narcoviolencia. En el Perú se crearon en 1992 los tribunales anónimos, con jueces que aparecían encapuchados o detrás de pantallas oscuras, en juicios por terrorismo.

Inocentes condenados

Sin embargo, hubo muchas críticas de grupos de derechos humanos. Según Human Rights Watch, cientos de inocentes fueron condenados en Perú por "jueces sin rostro", con pruebas insuficientes o confesiones arrancadas bajo coacción.
Al final, los dos países eliminaron la figura. En Colombia duró nueve años y en Perú, cinco. En Italia, donde la Cosa Nostra siciliana asesinó en 1992 a los jueces Giovani Falcone y Paolo Borsellino, también se aplicó la figura.
El nuevo sistema de justicia penal mexicano, obligatorio para todo el país, generalizó los juicios orales públicos con presencia del juez. Todo el mundo puede identificar quién está al frente del proceso.
Esto "nos brinda un sistema mucho más transparente, en el que hay un esquema que permite el pleno respeto de los derechos humanos, tanto de la víctima como del imputado", dijo Mireya Moreno, coordinadora de un estudio sobre el nuevo mecanismo.
Mientras que algunos legisladores se mostraron abiertos a la idea de los "jueces sin rostro", otros son más cautos porque en el propio sistema judicial la idea no genera demasiado entusiasmo.
"Yo diría: esperemos a ver al Poder Judicial qué nos dice", dijo el presidente del Senado, Pablo Escudero. "Esperemos a que sea el propio Consejo de la Judicatura que nos diga si hay interés de ellos, si creen que se debe de estudiar este tema y si se deben de presentar iniciativas y procesarse".

 http://www.elmundo.es/internacional/2016/10/20/58091628268e3eea218b46ce.html

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